La Verdadera Historia de la Sopa de Cebolla

La sopa de cebolla francesa, o "Soupe à l'Oignon", es un plato clásico de la cocina francesa con una historia rica y fascinante.

Primeras apariciones

Se cree que la sopa de cebolla tiene sus raíces en la Edad Media, cuando era un plato popular entre las clases trabajadoras debido a la accesibilidad y el bajo costo de los ingredientes. Originalmente, la sopa se hacía con ingredientes simples como cebollas, caldo y pan, y se servía como una comida reconfortante para los trabajadores que regresaban a casa después de un largo día de trabajo.

Llegada a Francia

Con el tiempo, la sopa de cebolla se popularizó en toda Francia y se convirtió en un plato emblemático de la cocina francesa. Se cree que la versión moderna de la sopa de cebolla, con su característica cobertura de pan tostado y queso derretido, se originó en la región de Lyon en el siglo XVIII.

La sopa de cebolla ganó aún más prominencia durante la Segunda Guerra Mundial, cuando los soldados franceses la consideraban un plato reconfortante que les recordaba su hogar durante los difíciles tiempos de guerra. Después de la guerra, la sopa de cebolla se popularizó en todo el mundo gracias a los numerosos chefs franceses que la incluyeron en sus menús, y desde entonces se ha convertido en un plato clásico de la cocina internacional.

Contemporánea

Hoy en día, la sopa de cebolla sigue siendo un plato muy apreciado por su sabor reconfortante y su capacidad para calentar el cuerpo en los días fríos de invierno. Se sirve en numerosos restaurantes franceses e internacionales, y sigue siendo una de las recetas más queridas y veneradas de la cocina francesa tradicional.